martes, septiembre 05, 2006

MURIO LA NATURALEZA. (Steve Irwin)


La noticia al fin aparecio, "el caza cocodrilos murio" No era que la estaba esperando pero es que este científico convivia con la muerte era su naturaleza, perdón él era la naturaleza!

Me refiero a a Steve Irwin, que con sus peripecias era el único (ademas del tennis) de hacerme contemplar en mi hogar y en otros sus programas con el mismo silencio sepulcral con el que se asiste a una misa

Steve era valeroso como un guerrero de Xian, gracioso como un juglar de gesta y feo como una de las tortugas a las que embadurnaba con su saliva, pero ante todo Steve era pedagógico. Y no por sus parrafadas medio sumergido en lodazales inmundos, rodeado de furiosas bestias, con medio cuerpo introducido entre las mandíbulas de tiburones blancos, no. La pedagogía de Steve se encuentra cuando uno se abstrae de su verborrea incontenible, de sus yeeeeahss!!!, o de sus els cocodrils molen!! con alzamiento de brazos y apretón de puños incluidos.

Viéndole arriesgar su vida de una manera tan desaforada uno llega a conocer más sobre la naturaleza de la especie humana que leyéndose toda la bibliografía de Sartre. El ser humano es una especie que ha sobrevivido y se ha hecho con la supremacía del planeta gracias a su arrojo, pero sobre todo gracias a sus instintos suicidas. Esos instintos sobre los que tantísimas horas discurrió el ideólogo frances, Steve se los pasa por su sudorosa entrepierna mientras desafía a muerte a un cocodrilo que le quintuplica el peso.

Algo le fallo al suicida austral, su suerte y su sapiencia le jugaron una mala pasada.

Porque allí donde habia una fiera Steve entraba con la misma tranquilidad que cuando yo entro a un bar a tomar una ginebra, sabedor de que la naturaleza le respetaba.

Steve Irwin, tenia un rostro tan inmaculado, terso y rubicundo como el de un bebé. No era concebible que una cara tan inocente albergace en su interior un cerebro tan temerario, tan animal. El perfil de Steve se ajustaba más a un Dario Grandinetti o a un Steven Segal , que llevan la delincuencia marcada en el rostro.
Steve era puro desenfreno tenía el aplomo para enfrentar una manada de hienas, Yo, por el contrario, no puedo entrar en el ascensor de mi edificio cuando la vecina del 3º saca a pasear su chihuahua. He de esperar con la cabeza gacha y el gesto compungido mientras escucho perderse en el abismo los terribles aullidos del escandaloso can.

Eso era Steve, la naturaleza y él ha muerto
Por Rafter

1 Comments:

Blogger angeldreams said...

Estamos con vos en la nostalgia y sabemos tambièn que , en algùn momento de los tuyos , pensando en todo lo que escribiste ,habràs dejado escapar ,furtivamente , una làgrima ...y nò de cocodrilo.

12:11 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home